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Por qué nunca debes conducir con los soportes del motor dañados

El soporte del motor, también conocido como silentblock o amortiguador del motor, es una pieza mecánica que los automovilistas suelen pasar por alto, pero que desempeña un papel fundamental en el buen funcionamiento de un vehículo. Conecta el motor al chasis del vehículo y su función es absorber las vibraciones del motor mientras lo mantiene en su posición, incluso al acelerar o frenar bruscamente. Cuando uno o varios soportes del motor están dañados, pueden producirse una serie de consecuencias negativas. En este artículo, te explicaremos por qué es muy desaconsejable seguir conduciendo con soportes de motor defectuosos.

1. Función de apoyo motor

Antes de comprender los riesgos, es esencial entender el papel que desempeña el soporte del motor. Un motor es una pieza pesada y potente que genera fuertes vibraciones y movimientos durante su funcionamiento. Los soportes de motor, generalmente de goma y metal, se utilizan para :

  • Fija bien el motor al chasis del vehículo ;

  • Absorbe las vibraciones y el ruido del motor;

  • Deja que el motor se mueva ligeramente para amortiguar las sacudidas;

  • Reduce la transmisión de vibraciones al resto del vehículo, especialmente al habitáculo.

Sin estas piezas, el motor podría moverse sin control, provocando ruidos, sacudidas e incluso averías mecánicas graves.

2. Signos de un soporte de motor dañado

No siempre es fácil para un conductor detectar un problema de apoyo del motor. Pero hay algunas señales de advertencia:

  • Vibraciones anormalmente fuertes en el habitáculo, especialmente al ralentí;

  • Ruidos apagados o «clics» al cambiar de marcha o acelerar;

  • Un motor que parece moverse o temblar excesivamente;

  • Desgaste prematuro de otras piezas del motor o de la transmisión.

En cuanto aparezcan estos síntomas, es muy recomendable que un profesional realice una inspección.

3. Riesgos mecánicos de conducir con un soporte de motor roto

Seguir circulando con uno o varios soportes de motor dañados expone al vehículo a una serie de riesgos mecánicos:

a. Desplazamiento del motor

Un soporte defectuoso ya no sujeta correctamente el motor. Esto puede provocar un movimiento anormal del motor, que puede golpear otros componentes del compartimento del motor: mangueras, cables, radiador, sistema de escape, etc. Este tipo de contacto puede provocar fugas (refrigerante, aceite), cortocircuitos o rotura de cables.

b. Daños en la caja de cambios

La caja de cambios es integral con el motor. Si ya no se sujeta correctamente, las tensiones mecánicas sobre la caja de cambios aumentan considerablemente. Esto puede provocar un desgaste prematuro de los componentes internos, o incluso la rotura total de la caja de cambios.

c. Desgaste anormal de los ejes de transmisión y del sistema de escape

Cuando el motor se mueve de forma anormal, los árboles de transmisión (árboles cardán) deben compensar este movimiento. Esto supone un esfuerzo adicional para estas piezas, que no están diseñadas para soportar tal tratamiento. Lo mismo ocurre con el sistema de escape, que puede agrietarse o desprenderse.

4. Consecuencias para la seguridad

Además de los daños mecánicos, los soportes de motor dañados también suponen un riesgo para la seguridad de conductores y pasajeros.

a. Pérdida de control

En casos extremos, un motor en movimiento brusco puede desequilibrar el vehículo, sobre todo en maniobras repentinas. Esto puede provocar la pérdida de control, especialmente a altas velocidades.

b. Estabilidad reducida

Las vibraciones que no absorben los soportes del motor pueden afectar a la estabilidad del vehículo en carretera. El resultado es una dirección menos precisa, una sensación de flotación y una pérdida de estabilidad en las curvas.

c. Averías en la carretera

Un motor mal mantenido puede causar una avería repentina: se rompe un cable eléctrico, se corta el suministro de combustible o el motor se para de repente. Una avería en carretera, sobre todo en una autopista o en un túnel, representa un peligro real.

5. Consecuencias económicas

Ignorar un problema de soporte del motor también puede tener un coste económico importante. Las reparaciones de los daños causados por un soporte roto suelen ser mucho más caras que su simple sustitución.

a. Reparaciones en cascada

Un soporte cuesta entre 50 y 150 euros, incluida la mano de obra. En cambio, reparar un motor que ha golpeado el radiador o la caja de cambios puede costar fácilmente varios miles de euros.

b. Desgaste prematuro del vehículo

Un motor que vibra en exceso desgasta prematuramente otros componentes: silentblocks de la caja de cambios, soportes de la transmisión, cables, mangueras, etc. El vehículo envejece más rápido y su valor de reventa disminuye.

6. Impacto en el confort de conducción

Conducir con los soportes del motor desgastados o rotos transforma literalmente la experiencia de conducción. El motor se vuelve ruidoso, el coche vibra constantemente, la aceleración se vuelve menos fluida y los cambios de marcha bruscos. Esto provoca un aumento de la fatiga del conductor y una reducción de la calidad general de la conducción.

7. 7. Impacto medioambiental

Un motor mal asegurado puede funcionar de forma menos óptima. Esto puede provocar una combustión incompleta del combustible, aumentando el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. Por tanto, un solo soporte dañado puede empeorar la huella ecológica del vehículo.


Conclusión

En conclusión, conducir con los soportes del motor dañados es un error que puede salir caro, tanto mecánicamente como en términos de seguridad. Estas piezas desempeñan un papel esencial en la estabilidad del motor y del vehículo en general. Ignorar las señales de desgaste o daños puede provocar averías graves, el rápido deterioro de otros componentes, una conducción desagradable y, sobre todo, poner en peligro la vida de los ocupantes del vehículo.

Por tanto, se recomienda encarecidamente que hagas inspeccionar los soportes del motor con regularidad, especialmente en los intervalos de mantenimiento periódicos. En caso de duda, lo mejor es consultar a un profesional y proceder a la sustitución sin demora. Es una pequeña inversión con enormes beneficios en términos de seguridad, confort y longevidad del vehículo.

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