Comprobación visual: Levanta el vehículo e inspecciona los silentblocks.
Busca grietas, roturas o cualquier signo de desgaste excesivo.
Los silentblocks dañados pueden estar agrietados o deformados.
Prueba de movimiento: Utiliza una palanca o una barra metálica para aplicar fuerza a los componentes de la suspensión cercanos a los silentblocks.
Si hay un movimiento excesivo o las piezas se notan flojas, puede indicar que los casquillos de goma están desgastados.
Síntomas durante la conducción: Si notas ruidos de traqueteo o chirridos, vibraciones inusuales o un tacto impreciso de la dirección, puede deberse a silent blocks defectuosos.
Desgaste irregular de los neumáticos: El desgaste irregular de los neumáticos también puede ser un signo de que los silentblocks están desgastados, ya que dejan de mantener las ruedas en la alineación correcta.
Si se presenta alguno de estos signos, es probable que haya que cambiar los silentblocks.
¿Cómo sé si tengo que cambiar los casquillos de la suspensión?
03
Sep