– Los casquillos de suspensión se fabrican con caucho vulcanizado y se presentan en diversas formas. Pueden estar interconectados con una pieza hidráulica o ser un simple bloque de goma. Otra característica de los silentblocs es su dureza. En función de su uso, pueden tener una dureza mayor o menor (medida en dureza Shore, Sha). Por ejemplo, en un soporte de motor, la dureza tiende a ser menor para filtrar las vibraciones del motor, mientras que en un brazo de suspensión, la dureza debe ser mayor para evitar un movimiento excesivo de la geometría de la suspensión, lo que provocaría un desgaste prematuro de los neumáticos y un agarre impreciso a la carretera.
– Los silentblocs pueden requerir o no mantenimiento. Al estar vulcanizados, los silentblocs se desgastan poco, pero en algunos casos, para evitar una fricción excesiva, se aplica una grasa lubricante a base de petróleo. Es aconsejable evitar el uso de productos de limpieza demasiado agresivos o el lavado a alta presión en estos componentes para evitar eliminar los lubricantes o dañar la superficie del silentbloc.
– La durabilidad de un silentbloc depende de varios factores. Con los años, envejecerá, se secará y se volverá más rígida y frágil. Los expuestos al sol pueden envejecer prematuramente, y los silentblocs formados por piezas metálicas pueden incluso perder su vulcanización y separarse. En resumen, todo depende de su uso, exposición y composición.
– Los silentblocs reforzados o silentblocs destinados a un uso deportivo son generalmente de poliuretano de dureza variable, 75, 80 o incluso 90 Sha para uso deportivo. Siempre se lubrican con lubricantes a base de silicona, ya que los otros dañan el poliuretano. Duran más que los silentblocs de goma y se adaptan mejor a la conducción deportiva porque, en general, son más duros y priman el comportamiento de la suspensión sobre el confort.
En conclusión, podemos decir que el silentblock es una pieza de bajo mantenimiento, que suele durar más de 50.000 km, y que su sustitución no debe aplazarse cuando sea necesaria, ya que de ella dependen la seguridad, el confort y la eficacia de la suspensión.